LA ANTI-ETICA DEL PERIODISMO

La ética del periodismo radica en ser profesional, sincero, leal con el televidente, radioescucha o el lector, buscar la verdad a través de lo que podemos dar, mostrar lo que ocurre.

Pero hay periodistas sensacionalistas que no les importa la muerte ni el dolor ajeno, solo les interesa el dinero, y vender información, mostrar lo que vale, ayudamos a montar mentiras que se come la sociedad, dando a entender que somos un país perfecto

El periodismo profesional no es ético, no le interesa abrirle las puertas a nuevos talentos sino amangualarse entre las familias poderosas, que les paguen bien, buscan gente experta en medios, pero el medio es tan confeccionado que casi nadie tiene las puertas abiertas, todo el mundo ruega, casi todo es arañado.

Si bien el periodista en Colombia es amenazado de muerte y con la censura, también es cierto que la información es utilizada como método de mercado, sin la más mínima señal de respeto por quien quiere conocer la información, nadie es capaz de poner el freno y asumir las consecuencias de la falta de ética.

Los periodistas tienen mucho que aportar, aprender, pero también enseñar, el hecho de ser personas, de informar con calidad, de aspirar a la grandeza, de ser lo mejor.

El periodista no es ético en la medida de atacar a sus fuentes de trabajo, de ser apasionado para opinar, de no tener el más mínimo criterio.

Programas como séptimo día, el pulso del fútbol, y muchos programas que se reinventan lo que pasa, además de ello, son faltos de sensibilidad con las víctimas del conflicto, de la violencia, los noticieros nacionales se vuelven mermelada con las tendencias políticas que les simpatizan, sin analizar el daño o el beneficio que le pueden dar al país.

Nos dividimos ante temas como la paz, como la guerra, pero somos un pueblo que aplaude la corrupción, dejamos que nos tumben por la cabeza, nos dejamos acorralar,

El fútbol, la política, la religión y la paz, son temas invalorables, son temas intocables, que no vale la pena recordar, porque generan discusiones, polémicas, dolores de cabeza, en especial porque el pueblo se divide, no entiende de razones, sino que busca polemizar todo lo que vemos. En fin, el periodismo es antiético porque como dijo Felipe Arias, el periodismo es para hacer plata, no para transmitir información oportuna y correcta.