Pero la obsesión por la tecnología se puede convertir en un terrible dolor de cabeza cuando dejamos en visto a las personas que nos escriben, bien sea porque estamos ocupados, trabajando, viendo televisión, observando redes sociales, estamos leyendo, o simplemente, nos da pereza contestar.
Claro, las redes sociales son una forma de comunicación asertiva, que nos permite intercambiar mensajes con aquellos que queremos tener cerca, así sea con un simple mensaje.
Obvio, en estos países hay prioridades, y estar con la familia que tienes cerca, al lado tuyo, que vive contigo, es más importante, ser una persona eficiente en el hogar es algo fundamental para salir adelante.
Lo peligroso viene cuando la persona que escribe se convierte en intensa, y piensa que hay tiempo para leer sus mensajes.
Aunque los celulares no se hicieron para farandulear, son una herramienta de la cual no se debe depender.
En Taiwán por ejemplo, una pareja de cinco años de casada decidió separarse porque según la mujer, el hombre solo le contestó dos de dos mil mensajes que le envió, algunos con contenido importante, la mayoría con chistes y demás
En todo caso, la comunicación además de ser interpersonal, es decir con quien se vive al lado tuyo todo el día, también es cierto que hay que establecer relaciones virtuales con aquellos que te rodean
Dejar en visto es algo traumático en la sociedad, el ojo de Instagram, el doble chulo azul de Whatsapp o el icono con la foto del Facebook que muestra el visto, son traumas que no se superan fácil en la sociedad. Porque la conversación puede ser la más estúpida pero la gente merece respeto. Aunque bueno, a veces es mejor que le marquen el visto, a ser respondido con un OK y sin tapujos.
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