Pero cada quien es un mundo, y dentro de las decisiones personales de cada persona en particular es el hecho de bautizar a sus hijos como se les da la gana, de acuerdo a sus convicciones políticas o religiosas.
En este caso, la senadora Paloma Valencia, fue capaz de nombrar a su hija, como Amapola. Un nombre para nada agradable, teniendo en cuenta que el historial de Colombia en materia de drogadicción y cultivo ha sido bastante espinoso y tortuoso para la sociedad.
Es obvio que Daniel Samper Ospina, no ha querido entrometerse en la vida ajena, ni mucho menos acribillar al Uribismo, pero no son el digno ejemplo que el país se merece.
En cambio el jefe de sicarios de Pablo Escobar más conocido como Jhon Jairo Velásquez Vásquez, más conocido como Popeye, por andar de defensor ideológico, tuvo un reversazo ideológico, al publicar una encuesta a través de Twitter en la que le preguntó a los colombianos su posición acerca del debate, donde el 47% favoreció a Daniel Samper, el 30% a Álvaro Uribe y el 23% restante se mostró indiferente.
Es claro que el uribismo no es un digno ejemplo, y por ello el país debe repensar su posición política, abrir nuevos caminos de cambio y progreso, nuevos lideres que apoyen sus alumnos, siendo que Juan Manuel Santos fue montado a la presidencia por el furibundo en 2010 y ahora lo apuñalean gracias al proceso de paz y la eventual desmovilización de Las Farc a la espera de ambas partes.
También esperando que la censura que existe contra los periodistas en Colombia, no haga que Daniel Samper Ospina termine como Jaime Garzón, en tres bajo tierra, y diez impactos de bala en su pecho.
Entre tanto, la pobre Amapola, inocente de todo, no sabe ni de que están hablando,en pues con su corta edad, de meses, ni siquiera un año de vida, ya se ha convertido en candente debate a nivel nacional sobre todo a través de la red social Twitter
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