Tuvo como lugar el Coliseo El Salitre, en Teusaquillo, fue un sábado 8 de Noviembre de 2003 a las 10 a.m, panorama soleado y lleno de gente. Muchachos pequeños y grandes, representando a sus instituciones, y que cursaban entre sexto (6) y once (11) grado.
Lleno de nervios, esperaba con ansiedad mi momento de pasar
al escenario, avancé aproximadamente cuatro rondas de diez estudiantes cada
una, pero quedé eliminado más que por un error de ortografía, por una equivocación
de sintaxis y comprensión. La frase era la siguiente: “Por la orla de los
vestidos fui premiado, y yo escribí “x la orla de los vestidos fui premiado”
La palabra orla significa una condecoración que se le da a
alguien a modo de mosaico, un diploma, un reconocimiento por el esfuerzo hecho.
Son errores que jamás se olvidan y quedan en la mente.
Sin duda que se siente emocionante representar a tu
institución en un evento de carácter nacional, personas de todas las clases
sociales y estratos, tienen sus habilidades para escribir, para crecer y ser
mejores.
Colombia está lleno de grandes escritores, periodistas,
cuenteros, guionistas, personas que todos los días y a toda hora se dedican al
oficio de escribir, que ponen empeño y dedicación en un oficio tan bonito como
dejar algo plasmado para que alguien lo lea.
Son experiencias que quedan en la mente, cosas que jamás se
olvidan, creo que desde ese momento me di cuenta que quería ser periodista.
El
hecho de escribir una historia, significa que la gente reconoce tus esfuerzos,
que te puede contar un suceso y te proporciona la información para poder
explotar la habilidad de la escritura.
Gracias por hacerme periodista, y aunque no he tenido
oportunidades mayores en el ejercicio, por lo menos agradezco que me hayan
enseñado a escribir, pasar por las manos de un periódico como EL TIEMPO así sea
en un concurso, es algo muy importante para mí.
