martes, 6 de junio de 2017

#YOSOYVERO, UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN


Transmitida por Telemundo el 7 de Mayo de 2016:

Verónica Salazar es una mujer mexicana, a quien un cáncer sarcoma histiocitoma fibroso maligno por poco acaba con su vida.

Los médicos le dieron dos posibilidades, le dijeron; pueden pasar dos cosas, la primera es que te vas a morir; la segunda es que vas a vivir, pero vas a quedar fea, deforme, sin dientes, y con la cara vuelta nada.

Todo comenzó a los 25 años, ella llevaba una vida común y corriente, era servicial a la comunidad y ayudaba a la gente menos favorecida.

En primer término, le pudieron extirpar el tumor, la cirugía fue todo un éxito, se casó, y a los dos días de la boda le comenzaron unos dolores que le cambiarían su vida para siempre.

En medio de lo que le ocurrió, por tantas cirugías, le quitaron el pómulo, y con la mitad de su cara perdió un ojo, la audición por el oído del lado afectado, los dientes de arriba, los dientes de abajo le quedaron hacia afuera, perdió la mitad del paladar, en fin, una cantidad de cosas que médicamente no eran probables.

Los médicos le dijeron a su esposo que no había nada que hacer a nivel médico y científico en México, entonces el señor consultó que si fuera la hija de ellos a donde la llevarían para seguir el tratamiento médico, y le dijeron que la ciudad de Houston en Estados Unidos, podría ser la solución a su enfermedad.

Fue en el hospital Endy Anderson en Houston, Estados Unidos, donde liberó duras batallas de cirugías de 15, 20, y 30 horas, de arduos y dolorosos tratamientos, y de resultados infructuosos de mejoría.

No sabía que pensar, si se iba a aliviar, si se iba a morir, si podría quedar bien, o si en efecto iba a vivir con las consecuencias del cáncer para siempre, pero su esposo Jorge, siempre le daba palabras de cariño, de amor, afecto, y respeto como el esposo maravilloso que siempre quiso encontrar.

Le pedían a Dios que Verónica viviera, que le diera la oportunidad de salir adelante, porque había ayudado a mucha gente de manera desinteresada y sin necesidad de cobrarles ni un centavo.

El esposo le decía cosas como : "Mi vieja estás muy chula, estás muy guapa, estás muy bien, por qué estás triste"

Hubo un tiempo en que ella confiesa que fue traumático porque se veía al espejo y se sentía horrible, la gente se le quedaba mirando en la calle por lo impactante de su cara, los niños lloraban cuando la veían por la impresión de su historia vista a través de su rostro.

Luego de ocho años de tratamiento y de lucha para sobrevivir, regresó a Matamoros, México, a seguir ayudando y cooperando con quienes antes de su terrible tragedia, ponían en sus manos su vida, sus esfuerzos.

Se siente como artista de cine, porque todos le han ayudado, todos centran su atención en ella, la miran a los ojos, le dan su apoyo, han visto su entrega, su espíritu de superación, le han abierto las puertas para que siga colaborando en su comunidad.

Es una bonita historia, digna de aplaudir y de entender que en la vida lo más importante es la salud, la familia, los amigos, y todo lo que nos rodea físicamente es pasajero. La belleza es solo un rato.






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