Pero no sé si es el presentador, o es que los que más llevan en el programa se están aburriendo de servirle a su jefe, don Alí Humar, pero los chistes han ido en decadencia
Por supuesto que si a mi me preguntan que si me sé un chiste, les podría decir con toda seguridad que no, o que no soy comediante, sino que soy un televidente más.
La mejor época reciente ha sido con Hassam, con Peter Albeiro y con Boyacomán, pero al irse los dos primeros ya han perdido la gracia.
De los antiguos, creería que Hugo Patiño es el señor más respetable, no cabe duda de que el talento es una vena con la que se nace, hay que nacer chistoso para llegar allá.
Pero en los últimos tiempos han llevado comediantes malísimos, o que quizás sufren de pánico escénico a la hora de las grabaciones.
Los chistes han perdido calidad, y aunque uno se sigue riendo de algunos personajes, la mayoría se han vuelto aburridos, y algunas parodias tienen situaciones que no se entienden.
Sin duda que el programa ha durado 45 años al aire y probablemente dure otros 45, pero lo cierto es que si el humor sigue en decadencia, el programa se extinguirá por falta de televidentes
Es una reflexión crítica para repensar el humor y saber quiénes son los que van a sábados felices, quienes son en materia de humor, ayudando a escoger en materia de talentos. No todo el que va a un programa a contar un chiste sabe que no tiene calidad, pero la necesidad apremia y el esfuerzo de pasar pena o de salir aplaudido es algo que vale la pena correr.
Sin embargo no hay que dejar de soñar ni de intentar, a lo mejor hay mucha gente con dotes de humorista, pero no se atreven a explotarlos porque no confían en sus verdaderas capacidades.
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