En los últimos 20 años se ha visto como matan al comunicador
sin piedad, sin tener en cuenta su forma de pensar, y lo que es peor aún sin
importar que la persona tiene una familia que día a día lo espera en casa.
Nuestra tierra es de gente luchadora, de gente trabajadora,
que no soporta ver que las cosas van mal, pero sin embargo le echan la culpa al
medio, sobre los malos actos del gobernante que los manda, como si el
comunicador fuera el responsable de lo que sucede.
La labor de un periodista, más que de informar, es mostrar
su realidad, ser una persona íntegra, luchadora, que salga adelante por si misma,
que busque un mejor horizonte, que quiera colaborarle al pueblo al cual le
sirve. La razón de un comunicador es ejercer su oficio, salir adelante llevando
a cabo su pasión de manera objetiva, criticar las cosas que van mal, pero
defender aquello que camina bien.
Sea a nivel de deportes, entretenimiento, política, salud,
sociedad, temas locales, nacionales e internacionales, los periodistas tienen
el deber de ser imparciales, el deber de informar de manera crítica y objetiva
sobre lo que quieren expresar, lo que quieren mostrar, tenemos un mundo lleno
de cosas negativas, pero hay que mostrarlas sin apasionamientos, sino con un
ojo crítico de lo que sucede en nuestro diario vivir.
Por eso celebro el día de la Libertad de Prensa, porque
somos un país lleno de cosas lindas por mostrar, pero hay que mostrar la otra
cara, la de la realidad del pobre, del necesitado, del que busca una mano amiga
para salir adelante.
Por eso digo con alegría a mis queridos colegas, ¡Feliz día de la Libertad de Prensa!. Nunca decaigan en banalidades ni cosas sin sentido, intenten ser lo más objetivos posibles y verán como se vuelve de divertido el oficio, a pesar de las realidades que mostremos diariamente.
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