domingo, 4 de febrero de 2018

DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER

El cáncer no tiene porque ser sinónimo de muerte. La enfermedad puede ser tratada cuando es diagnosticada en una fase temprana, por eso la prevención es fundamental para salvar vidas y es eso lo que se busca recordar en este Día Mundial Contra el Cáncer.

Desde el año 2000, cada 4 de febrero se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer gracias a una iniciativa de la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC). En el mundo se celebra todo tipo de acciones, como la que ejecuta la Liga Contra el Cáncer en nuestro país: la campaña "Nosotros podemos. Yo puedo".

Cada año, el mundo registra 8,8 millones de muertes al año. Se detectan más de 60 mil casos de cáncer en un año y 40 mil personas fallecen por este mal. El 85 por ciento de los diagnósticos se dan en estadios avanzados, por eso es bueno tener en cuenta estos ochos consejos:

El diagnóstico del cáncer no siempre es fácil porque no todos los tipos de cáncer presentan signos y síntomas tempranos y otros signos de advertencia pueden aparecer bastante tarde, cuando ya está en una fase avanzada. Si el cáncer se detecta pronto, siempre es más fácil tratarlo e incluso curarlo.
La Liga Contra el Cáncer, por ejemplo, realiza un campaña de despistajes clínicos de cáncer de cuello uterino, mama, piel, ganglios, tiroides, además de cáncer testicular y pene, que permitirá que la institución realice otro despistaje gratuito en las zonas menos favorecidas.

Siempre se puede hacer algo para reducir el riesgo de padecer de cáncer eligiendo hábitos saludables como dejar de fumar, realizar actividad física y comer y beber de forma sana.
Las personas que han superado un cáncer pueden dar esperanza a los que acaban de recibir el diagnóstico. Al compartir sus experiencias, las personas con la enfermedad pueden desempeñar un papel importante aumentando el conocimiento sobre la prevención y la importancia de la detección precoz. Lo que es más importante, también pueden proporcionar esperanza y apoyo a otros pacientes de la enfermedad y reducir el miedo a los retos que supone la vuelta a su vida cotidiana tras el cáncer.

Los centros educativos deben crear entornos saludables para ofrecer a la próxima generación las herramientas y los conocimientos necesarios para adoptar estilos de vida saludables y reducir su riesgo de padecer cáncer.
Muchos adultos pasan gran parte de su tiempo trabajando, de manera que el entorno laboral es un sitio ideal para implantar hábitos saludables. Es preciso animar a empresas y organizaciones a que conviertan el estilo de vida saludable en una prioridad en el entorno laboral e informen sobre los beneficios de la dieta saludable y el ejercicio, los riesgos del tabaquismo y otros factores de riesgo de cáncer.

El primer paso para avanzar en la lucha contra esta enfermedad es impulsar acciones que sabemos que mejorarán los índices de supervivencia, y que darán a los pacientes con cáncer una mejor calidad de vida. Todos podemos reclamar a los gobiernos que aumenten su respuesta frente al cáncer, exigiendo que emprendan medidas que sabemos que reducen las muertes prematuras y mejoran la calidad de vida y los índices de supervivencia

Pacientes, familias, profesionales de la salud y la sociedad civil necesitan seguir presionando a los gobiernos para que implementen políticas y programas en el ámbito nacional que conviertan estos compromisos en acciones.

En muchas culturas y sociedades el cáncer sigue siendo un tema tabú. Los gobiernos, las comunidades, las escuelas, los empleadores y los medios de comunicación, todos pueden desafiar estas percepciones sobre el cáncer y hacer desaparecer mitos dañinos e ideas equivocadas, para que todos podamos obtener información fidedigna sobre el cáncer y acceder a programas de calidad de prevención y atención para esta enfermedad.





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