Elijan al candidato de su preferencia, nadie tendría por qué estarlos vigilando en la urna, la libertad está presente hasta para votar. Hagan bien la jugada, sobre todo por ustedes mismos y para que los políticos sientan aunque sea un poquito la vergüenza que nos hacen pasar en sus administraciones, además de los shows mediáticos y escandalosos dejando en ridículo a Colombia ante el mundo.
Se acabaron los tarjetones de las Elecciones de Partidos en Colombia. No culpo a la Registraduría, sino más bien, me sorprende que la gente haya dejado de ser abstencionista, y por otro lado, y a la vez, que quizás haya surtido efecto la repartida de bonos de mercados, desayunos y almuerzos. Sospechosa tanta cantidad de sufragantes en un país tan apático política y socialmente.
Antes tuvimos candidatos honestos, el más reciente Luis Carlos Galán, y terminó en el cementerio. En Colombia no se acepta la gente correcta, que quiera ver progresar al país, nos quejamos del desempleo, la violencia y la delincuencia, pero nos comportamos como la mujer que se deja maltratar, que le gusta que le peguen y que no denuncia. Somos un país muy maltratado, pero no nos atrevemos a denunciar la maldad de los políticos, por temor a represión y a las amenazas. La violencia comienza desde la intimidación por quien votar, para que luego de ser elegidos sigan deteriorando nuestro país en el subdesarrollo profundo y sin salida.
Se esperaba un gran abstencionismo de la gente, creían que los jóvenes no iban a salir a votar, pensaría que por el lado de no calcular el número de votantes exacto. Nuestro país es muy negado para votar, pero curiosamente a casi todo el mundo le dio por salir. Más que falta de planeación, diría que fueron cosas imprevistas e incluso por la actitud masiva de participación. Punto en contra para la organización y se evidenció la manipulación del electorado.
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