Pinochet rigió con mano de hierro los destinos de Chile entre 1973 y 1990, a la cabeza de una dictadura que eliminó y reprimió a miles de opositores. Cuando falleció, la Justicia chilena estaba en proceso de encausar al general por algunos de los crímenes cometidos por el gobierno militar que dirigió.
El cadáver de Pinochet fue trasladado a la Escuela Militar de Santiago, donde se instaló una capilla ardiente durante al menos 48 horas, aunque la entonces presidenta Michelle Bachelet anunció que el dictador no recibiría honores de Estado. Bachelet, hija de un político opositor muerto por el gobierno de Pinochet, hoy está en su segundo periodo presidencial no-consecutivo.
Al momento de morir estaba procesado como presunto autor de secuestros, homicidios y torturas; en al menos tres casos por violaciones a los derechos humanos además de un caso de fraude al fisco y uso de pasaportes falsos en relación con el descubrimiento, en 2004, de numerosas cuentas secretas a su nombre en el Riggs Bank de Estados Unidos y otros bancos del exterior, en las que acumuló una fortuna calculada hasta el momento en 28 millones de dólares actuales, de los cuales 17.9 millones de dólares habrían sido obtenidos ilegalmente.
La Caravana de la Muerte, la Operación Cóndor o la Operación Colombo eran algunos de los nombres de las campañas de represión a opositores. El proceso judicial al dictador comenzó en octubre de 1998, cuando, por orden del juez español Baltasar Garzón, fue arrestado en Londres, donde pasó 17 meses presa.
Los trámites legales no fructificaron con su entrega a España y Pinochet volvió finalmente a Chile por problemas de salud.
No obstante, se abrió la puerta legal a su enjuiciamiento y la justicia chilena con el juez Juan Guzmán a la cabeza, destacó en un artículo el diario El País.
Según estimaciones, unas tres mil 200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de las que mil 192 permanecen como detenidas o desaparecidas. Más de 28 mil opositores fueron torturados, según datos oficiales, y alrededor de 300 mil debieron exiliarse por razones políticas.
EL CAMINO HACIA EL GOLPE
El represor chileno salió de la escuela militar en 1936 con el grado de teniente de infantería y continuó sus estudios en la especialidad de geopolítica. Fue encargado de realizar misiones de relativa importancia hasta que en 1956 formó parte de la delegación militar chilena en Estados Unidos.
Diez años más tarde había alcanzado el grado de coronel y poco después se le confió el mando de la IV División. A partir de ese momento su prestigio dentro de las Fuerzas Armadas fue en aumento. En 1969 alcanzó el generalato y la jefatura del estado mayor del ejército.
Tras el triunfo de la Unidad Popular (UP) en Chile encabezada por Salvador Allende en 1970. Pinochet capitalizó el malestar de los sectores más conservadores del ejército y de la sociedad chilena ante el avance de la izquierda.
En el contexto de una campaña de desestabilización de las instituciones estatales, en 1973 el legalista general Carlos Prats fue obligado por sus compañeros a renunciar a sus cargos de ministro de Defensa y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas; fue sustituido por el general Pinochet, quien, con el apoyo de Estados Unidos, el 11 de septiembre encabezó el golpe de Estado que derrocó el régimen de Allende.
El Palacio de la Moneda fue bombardeado y el presidente Salvador Allende, que se encontraba en su interior, se negó a rendirse y murió en el palacio presidencial.
PROTEGEN LA HERENCIA
Hoy en día, la viuda del dictador chileno Lucía Hiriart de Pinochet se ha encargado de proteger toda la herencia que amasó su esposo durante su régimen. Se trata de distintas posesiones inmobiliarias que traspasó a un precio muchísimo menor a sus nietos, de acuerdo con un artículo del Centro de Investigación e información Periodística (CIPER).
Un ejemplo es la casa que habitaron en la calle Los Flamencos, en el exclusivo barrio residencial de La Dehesa. Esa propiedad, según el reportaje, fue comprada dos meses antes de que el dictador dejara la Presidencia y por la cual pagó 73 millones de pesos chilenos de la época a un vendedor que rebajó de 7 a 2.5 UF (Unidad de Fomento) por metro cuadrado únicamente por tratarse de Pinochet.
Durante sus 17 años como dictador Pinochet acumuló un patrimonio que la justicia avaluó en 21.3 millones de dólares. Pero parte de su fortuna la invirtió en propiedades que sólo han aumentado su valor y que según expertos consultados por CIPER hoy costarían unos 28 millones de dólares.
La cifra corresponde a la suma de las tasaciones comerciales de 26 propiedades que fueron adquiridas con fondos cuyo origen está en parte en los “Gastos Reservados” de los que se apropió Pinochet cuando era jefe de Estado y comandante en jefe del ejército.
Todas esas propiedades siguen registradas a nombre de Pinochet, de sociedades que creó en paraísos fiscales, o de algunos de sus familiares directos.
Los registros revisados por CIPER en diferentes conservadores de bienes raíces indican que las ventas de esas nueve propiedades suman un valor nominal de 3.1 millones de dólares. Ese monto actualizado arroja 4 millones de dólares. Sólo contabilizando los valores inmobiliarios corregidos, la fortuna se amplía.
La fortuna de los Pinochet Hiriart no está compuesta únicamente por inmuebles. También hay más de 5 millones de dólares en depósitos y vale vista del Banco de Chile, del Banco Estado y del BankBoston que la justicia mantiene bajo embargo. Si el fallo del Caso Riggs –que ya entró en su recta final– es favorable a la familia del dictador, todos esos dineros pueden volver a sus manos.
El futuro de gran parte del patrimonio de Pinochet depende del desenlace del Caso Riggs, que podría entregarlo al Fisco o a sus herederos.
Antes de que eso suceda, Lucía Hiriart tendrá que declarar por primera vez, el próximo miércoles 14 de diciembre, en calidad de inculpada, en el marco de la investigación del llamado caso Cema, por presunta malversación de fondos públicos a través de la fundación homónima.
DELITOS
Pinochet rigió con mano de hierro los destinos de Chile entre 1973 y 1990.
Causas. Al momento de morir, Pinochet estaba procesado como presunto autor de secuestros, homicidios y torturas. En al menos tres casos era acusado de violar los derechos humanos, además de fraude al fisco.
Operaciones. La Caravana de la Muerte, la Operación Cóndor o la Operación Colombo eran algunos de los nombres de las campañas de represión a opositores. El proceso judicial al dictador comenzó en octubre de 1998.
Patrimonio. Hoy en día, la viuda del dictador chileno Lucía Hiriart de Pinochet se ha encargado de proteger la herencia que amasó su esposo durante su régimen. Se trata de distintas posesiones inmobiliarias.
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