lunes, 23 de abril de 2018

DÍA DEL IDIOMA

El 23 de abril de cada año, se celebra el Día del Idioma Castellano, ello en homenaje y reconocimiento al célebre escritor don Miguel de Cervantes Saavedra, quien expiró en esta fecha, en el año 1616.

Conocido como "El Manco de Lepanto", Cervantes Saavedra fue el más gran literato de su época, quien dejó como importante legado, su inmortal obra El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, incluyendo otras obras en su haber, como La Galatea, Viaje al Parnaso y sus Novelas ejemplares.

El idioma español empezó como latín vulgar del Imperio romano, tuvo su origen en la zona central del norte de Hispania. De esas variedades romances (lenguas que derivan del latín), apareció la lengua española.

El castellano es uno de los más hermosos idiomas y rico en palabras, es nuestro deber hablarlo y escribirlo correctamente.

es un día simbólico para la sociedad al cumplirse 400 años de la muerte de un genio representativo de la literatura, Miguel de Cervantes Saavedra, quien contribuyó al engrandecimiento de la lengua española por su obra maestra "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha". Esta novela, publicada en el año 1605, logró consolidar nuestro idioma y su autor llegó a la cima de la gloria de la Literatura Universal, compartiendo honores con Homero, Dante y Shakespeare.

La fecha, además pretende resaltar la relevancia del idioma español en el mundo, sirve para destacar la importancia de la literatura y la repercusión que esta tiene en los jóvenes.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), determinó que el 23 de abril de cada año se celebraría el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, buscando así rendir un homenaje internacional a los libros y autores, que han servido como generadores de desarrollo y progreso social y cultural de la humanidad.En cuanto a Colombia se refiere, el origen del Día del Idioma tiene sus inicios durante el gobierno del presidente Alfonso López Pumarejo, quien determino mediante el Decreto 707 de 1938, que se homenajearía al célebre escritor.

Cada año, la UNESCO y las tres organizaciones profesionales internacionales del mundo del libro (la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros y la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias) eligen una capital mundial del libro cuyo mandato empieza cada 23 de abril. Así, la iniciativa se añade a las celebraciones del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor y pone de manifiesto la colaboración entre los principales actores del sector del libro y el compromiso de las ciudades para promover el libro y la lectura.
La ciudad de Wroclaw (Polonia) fue elegida para este año por su compromiso con la difusión del mensaje, «el poder de los libros para fomentar la creatividad y promover el diálogo entre las mujeres y los hombres de todas las culturas», en todo el mundo.
¿Cómo se originó nuestro idioma?
La palabra idioma tiene su origen en Grecia y significa la manera de expresarse o el lenguaje usado para comunicarse unos con otros, entre los habitantes de un pueblo de una nación. Muchísimos han sido los idiomas utilizados en el mundo y de ellos, muchos también se han dejado de hablar. A estos se les llaman "lenguas muertas", la más famosa es el latín. 

Uno de los idiomas mas antiguos es el sánscrito, originario de la India donde fue el idioma nacional hasta el siglo III de nuestra era, o la lengua aramea.
La arqueología, la paleo-demografía y la geografía lingüística cada vez aportan nuevos datos acerca de la probable dispersión del hombre moderno desde las regiones lacustres de Africa hacia Asia, Australasia y América via Beringia. Al mismo tiempo, la actividad humana -fabricación de artefactos, intercambios comerciales, innovaciones culturales- forma parte del proceso general de adaptación de la especie. Por consiguiente, las lenguas han tenido que seguir la misma ruta que los hablantes y adaptarse a la necesidad de nombrar cada cosa del universo.
Los idiomas no son entes estáticos, sino que están en constante transformación. Para la muestra lo que ocurre con las jergas juveniles que hacen a diario ampliar el léxico de nuestro idioma. Las palabras se adaptan a las regiones y las costumbres de las personas y dependiendo de las vivencias de estas gentes le aportan nuevas definiciones. Nuestro bello idioma se originó en Castilla (España) hacia el siglo IX d. C, pero le tomó varios siglos para consolidarse como una lengua.
El idioma español se extiende hoy por todo el planeta, es la segunda lengua más importante del mundo y la tercera más hablada con 400 millones de habitantes nativos. El castellano, tal como hoy lo conocemos es fruto de un proceso de transformaciones de más de un milenio, que involucra a diversas lenguas de los habitantes de la Península Ibérica que se fueron modificando por influencia de los invasores romanos, godos y árabes. Hacia el final del siglo XV, con la unión de los reinos de Castilla y Aragón, que extendieron su dominio sobre la mayor parte de la península, la lengua de Castilla, el castellano, se fue imponiendo sobre otros idiomas y dialectos y fue traída a América por los conquistadores.
El español llegó al continente americano a través de los sucesivos viajes de Cristobal Colón y, luego, con las oleadas de colonizadores que buscaban en América nuevas oportunidades. En su intento por comunicarse con los indígenas, recurrieron al uso de gestos y luego a intérpretes europeos o a indígenas cautivos. Gracias a la interacción entre las múltiples culturas de América y los colonizadores, el español fue aprendido por los indígenas en gran parte del continente. Sin embargo, muchos pueblos conservaron sus lenguas, y aún hoy perduran en sus culturas, aunque también hablan castellano.
¿Quién fue Miguel de Cervantes Saavedra?
Fue un hombre de contradicciones, soldado por desafuero, novelista por convicción, poeta irónico y certero, dramaturgo. Nació el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares, o por lo menos eso es lo que se dice, aunque hay versiones de otras fechas y años, nadie tiene el dato exacto. Su padre, de ascendencia cordobesa y antepasados gallegos, se llamaba Rodrigo de Cervantes y era cirujano, que era en esos día un oficio muy abierto, y así como extirpaba muelas, curaba dolores y cosía heridas. Un verdadero "matasanos".
Su madre fue Leonor de Cortinas, de la cual apenas se sabe nada, excepto que era natural de Arganda del Rey. Miguel era el menor de cinco hermanos y no existen datos precisos sobre los estudios, que, sin duda, no llegaron a ser universitarios. Se deduce, por el personaje del bachiller Sansón Carrasco, que Cervantes sentía cierta repulsión por los togados. Sin embargo hay algunas pistas en documentos de la época que sugieren que Cervantes pudo haber asistido a alguna institución educativa en Sevilla. También es muy posible que estudiara en la Compañía de Jesús, ya que en la novela "El coloquio de los perros" elabora una descripción de un colegio de jesuitas con ciertas alusiones a la que sería su vida estudiantil.
Los más antiguos rastros que hay de su paso por la vida se originan en 1566, cuando se establece en Madrid. Asiste al Estudio de la Villa, regentado por el catedrático de gramática Juan López de Hoyos, quien en 1569 se le pide un libro sobre la enfermedad y muerte de la reina doña Isabel de Valois y este incluye tres poesías de Cervantes.
En 1569, viajó a Roma. Allí leyó los poetas caballerescos que influirán sobre su obra. En esos días comienza a configurar sus relatos que hoy son conocidos como "Novelas Ejemplares" y de que vale la pena nombrar "El licenciado Vidriera", la historia de un médico que piensa ser de cristal, por supuesto, un borrador del Quijote.
El 7 de octubre de 1571 participó en la batalla de Lepanto, y como diría Cervantes: "la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros", formando parte de la armada cristiana, dirigida por don Juan de Austria. De dicha batalla naval salió herido de dos arcabuzazos en el pecho y perdió una mano, de ahí procede el apodo " El manco de Lepanto". La mano izquierda no le fue cortada, sino que se le anquilosó al perder el movimiento de la misma cuando un trozo de plomo le seccionó un nervio. Aquellas heridas no debieron ser demasiado graves, pues, tras seis meses de permanencia en un hospital de Messina, Cervantes reanudó su vida militar, en 1572. Su condición de soldado le lleva a tomar parte en otras expediciones militares, hasta que, regresando a España, es apresado, junto con un hermano suyo, por los piratas berberiscos al mando de Arnaute Mamí.
En 1605 está en Valladolid. Tiene ahora cincuenta y siete años. Ha terminado su esforzado ir y venir por las ciudades españolas, pero no sus desgracias. El asesinato de un caballero, cometido frente a su casa, da lugar a un nuevo proceso, aunque nada puede probarse contra él. Es acusado de asesinato por lo que pasó por una breve prisión y publicó la primera parte de su obra maestra "El Quijote".
Cervantes atesora una gran experiencia, rica en conocimientos sobre gentes, lugares y situaciones, su vida y su obra reflejan el proceso de maduración profunda, en todos los sentidos, de un hombre entregado a sus ideales, primero militar y luego literario, con ahínco admirables.
La vida le ofreció la cara adversa; pero este mismo hecho posibilitó la más grande obra de nuestra literatura. El Quijote no se hubiera podido escribir en los años del vivir gozoso y entusiasta, no tanto por falta de madurez literaria, sino por carencia de madurez espiritual. Los últimos años de su vida los pasará en Madrid. Acaba de publicar la primera parte del Quijote y escribe incansablemente. Todavía pretende volver a Italia acompañando al conde Lemos, pero no lo consigue y, a raíz de esto, va dando rápidamente a la imprenta sus últimas obras: Las Novelas Ejemplares, el Viaje al Parnaso, el teatro y la segunda parte del Quijote. La muerte le sorprende el 23 de abril de 1616, pocos días después de haber escrito la dedicatoria del Persiles.




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