Fue en la Parroquia Sagrada Eucaristía del barrio Pablo Sexto o Paulo VI en Bogotá, Colombia, aquel domingo 6 de Junio de 1999, que a las 10:00 a.m, experimenté un momento muy especial en mi corazón, recibir a Jesús en mi alma y en mi vida.
Comulgar el cuerpo de Cristo es uno de los actos mas especiales que una persona que profesa la Religión Católica puede tener. Es una forma de vida, una costumbre, un acto de unirse a Dios en el Sagrado Sacramento de la Comunión.
Acompañado por mis amigos y por demás familiares, vivir la sagrada Eucaristía fue de las cosas especiales que tuve en la vida, ser participe de la gracia de Dios en mi corazón ha sido de lo mejor que he podido vivir.
Bajo la presencia del párroco Jesús Alberto Pinzón Calderón, y a mis 9 años de edad, con recuerdos intactos de maravilloso momento.
Es algo que siempre quedará marcado en mi mente como el día oficial en el que Jesús se hizo presente en sus obras espirituales.
Recibir la Comunión es una maravillosa experiencia de Fe, un regalo digno del amor de Dios en nuestras vidas.
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