El equipo entonces dirigido por
el uruguayo Luis Cubilla, sabía que debía defender la ventaja de 2-0 obtenida
en su estadio, una semana atrás. Pero se encontraron con el empuje del fútbol
colombiano, un país que venía siendo ensuciado por la violencia y las apuestas
deportivas en el fútbol.
Atlético Nacional era ajeno a
todo ello, y salió a la cancha de El Campín a darle vuelta al resultado adverso
que tenía, con un primer tiempo en el que se fueron en blanco y la angustia se
apoderó del equipo cafetero, pues el gol no llegaba y la ilusión se fue
desvaneciendo.
Pero en el segundo tiempo, el
equipo colombiano arrancó con empuje y apenas al primer minuto, Olimpia a
través de Fider Miño ayudó con el descuento. Transcurrían los minutos, y apenas
veinte más tarde, Albeiro “El Palomo” Usuriaga (que en paz descanse) puso el
empate.
Se patearon nueve disparos por
equipo en la definición desde los tiros del punto penal, donde Atlético
Nacional venció por 5-4 al Olimpia de Paraguay. El equipo colombiano ganó su
primera Copa Libertadores de la historia, y de la misma manera la primera Copa
Libertadores para Colombia.
Se especula mucho sobre la
relación de Pablo Escobar con el título de Copa Libertadores, versión que ha
sido desmentida por el club Atlético Nacional, debido a que el extinto
narcotraficante era hincha a morir del DIM aunque tuviera amistades con la
plantilla verdolaga.
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