Recientemente Atlético Nacional fue campeón de la Copa
Libertadores 2016 y de la Recopa Sudamericana 2017, mientras que Independiente
Santa Fé fue campeón de la Copa Sudamericana 2015. Independiente del Valle de
Ecuador, Chapecoense de Brasil y Huracán de Argentina fueron dignos finalistas
de los equipos de nuestro país, pero cuando se trata de finales contra equipos
grandes, como River Plate, Boca Juniors, San Lorenzo, Gremio de Porto Alegre
entre otros, siempre salimos corriendo.
Nuestro país es potencia en otras disciplinas como el
boxeo, el patinaje, el ciclismo, tenemos buenos desempeños en artes marciales,
incluso grandes deportistas en las grandes ligas del beisbol, pero en lo que
respecta al fútbol, siempre salimos corriendo.
Tenemos directivos corruptos que no sufren las derrotas de
los clubes que dirigen, sino que simplemente les gusta llenarse los bolsillos
con dinero ajeno, con dinero de los hinchas que gastan la boleta al estadio a
ver el espectáculo de su equipo.
Lo único que a duras penas alcanza a salvarse es la selección
Colombia de mayores y eso porque está a punto de entrar al Mundial de Rusia
2018, está de segundo en la eliminatoria, y está con pie y medio en el viejo
continente.
Nuestro fútbol es una liga mediocre, donde se presentan
monopolios, donde el vivo saca provecho del talento del futbolista habilidoso
para sacarle el jugo y hacer negocio con el pase que le corresponde y le
permite jugar en cualquier club que lo quiera tener en su plantilla.
El futbolista colombiano promedio, es como todos los
deportistas del país, pobre, campesino, luchador con garra, pero con cero apoyo
del gobierno, con cero apoyo de la Federación de Fútbol, así como en el
ciclismo y en los demás deportes, en el fútbol hay talento, pero la mayoría sin
explotar por falta de recursos.
Nuestro fútbol tiene todo por mejorar, pero no le va
alcanzar si no hay apoyo de parte de los duros, de los que tienen plata, de los
que saben del tema, pero que no quieren por enriquecer sus arcas.
Que no se repita un oso similar al de la Copa Libertadores
2017, nuestros equipos dieron pena ante el continente, ninguno mostró el empuje
que necesitaba para ser el ganador de su grupo, ni que decir de aquellos que se
quedaron en el repechaje.
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